FUEGO CONTRA FUEGO

Francia, la tierra de las libertades y la igualdad; Paris, la ciudad luz, hace, por esta noches, tristemente honor, a aquella denominación. Jóvenes segregados por sus origenes musulmanes o africanos, han decidido dar la lucha. Han convertido en fuego sus lágrimas y en caos su descontento. Para ellos los Campos Helisios están tan lejos como Africa y el Medio Oriente. Han cargado en sus mochilas el odio y el menoscabo de una sociedad que, los ha estigmatizado y aislado a los gettos en las afueras de Paris. Son franceses, de segunda o tercera generación, hijos de inmigrantes africanos y musulmanes, "escoria", según las palabras de Nicolás Sarkosy, personero del gobierno de Chirac, quien ha decretado toque de queda para esta noche. El primer Ministro De Villepin, ha reunido su gabinete de crisis, del que se espera pronponga, un plan de medidas que garantice cierta igualdad a estos grupos. Mientras que el fuego es aplacado con fuerza extrema por la Policía.

Hace un tiempo pude ver un documental que ilustraba acerca de la debacle que se originaría en los Estados Unidos si solamente un día no funcionara la mano de obra que proveen los inmigrantes ilegales. En Francia suman más de 1400 vehículos incendiados, también 2 adolecentes electrocutados, "muertos por nada", según las poleras de los miles de manifestantes que protestaron después de sus muertes. La globalización está incubando un germen pernicioso de desigualdad en el crecimiento. Ese anehlo de bienestar, de querer acceder a las bondades del desarrollo económico y social, está siendo reclamado por las llamas que cubren los autos de Paris.

Jean Marie Le Penn estuvo hace un par de años a punto de llegar a la presidencia de Francia, un ultranacionalista, quien pretendía lisa y llanamente erradicar a los inmigrantes, homosexuales, y a cuanto tumor social, que amenazara la pureza de Francia. Al final primó la racionalidad y la sensatez, se aunaron fuerzas y Le Penn fue derrotado. Podrán los franceses defensores de las revoluciones en pro de la igualdad, convidar un poco de aquel nectar a sus bastardos africanos y musulamnes. La verdad es que el panorama no es muy optimista para ellos, aquellos jóvenes que pagaron con sus vidas reflejan lo anterior, "Muertos por nada"..... a cambio.