U2...YA SE ACERCA EL FUEGO INOLVIDABLE. 1ª PARTE

Este martes 11 de enero mientras esperaba en una fila por mi entrada para ver a U2, mi banda de toda la vida, me era inevitable reflexionar acerca de las expectativas creadas por la venida de los irlandeses, por 2ª vez a nuestro país, el fuego inolvidable se desataría una vez más sobre Chile. Esa escencia, esa luz, esa música para el alma, esas canciones que crees han escrito especial y precísamente para ti, los himnos...la mística de u2.

Me trasladaba sobre las imagenes que proyectaban las pantallas de todos los televisores de la maldita multitienda que compró el concierto a los mercaderes de DG Medios, tratando de encontrar razón y argumentos a este amor, a esta incondicional militancia, no solo mia, sino de toda la gente que hacía colapsar las bondades de la tecnología al servicio de la modernidad; y la verdad, debo confesar no comprender la relación inversamente proporcional existente entre el valor de un ticket y la mística de la banda. No cuaja por ningún lado, no junta pero sí pega...fuerte en nuestros bolsillos.

Buscaba el propósito de esta banda, ya a estas alturas convertida en una corporación inmensa, como también en una especie de templo que alberga a quienes, desde sus diversas épocas y percepciones, hemos creido en el mensaje. Por tanto, mirado desde ese punto de vista, la fila era la interminable espera para acceder a una verdadera liturgia, a una experiencia invorrable e imperdible si haz profesado tu fe por estos irlandeses.

Me regresé en el tiempo a mis insípidos 16 años, edad en la que ingresé a este culto y Achtung Baby fue aquel pórtico pagano y provocador que me condujo hacia el atrio donde se oficiaban las ceremonias a cargo de los libros del antíguo testamento(Boy, October, War, Unforgettable Fire y por sobre todo The Joshua Tree), en los que tuve que interiorizarme para entender aquella mística, aquella llama incandescente que destila luz hasta hoy.

No creo diferenciarme en nada de estos 4 muchachos irlandeses que con 16 años decidieron formar una banda, con un sólo propósito, ser la banda más grande del planeta. No se lo que pensará Bono a estas alturas respecto de la gente que lucra con este sentimiento, me imagino que lo debe indignar, pues a este tipo le indignan los abusos. Esa era la actitud de los comienzos tomar el mundo por asalto, bastante arrogante por decir lo menos, pero con los pies puestos en la tierra al bautizar como BOY su primer trabajo, pues en rigor eso eran,.... niños jugando a conquistar el mundo.

La idea de trascendencia está en el lema de la banda...TU TAMBIEN.... un juego de palabras que a estas alturas se ha vuelto en un compromiso y en una responsabilidad. Nosotros también hemos crecido ejerciendo los dictámenes de esta banda, disfrutando de sus discos y reprochándolos cuando se apartaron del camino, entiendo la dificultad que genera componer desde las trincheras cuando te haz convertido en multimillonario.

Cuando me acercaba a la caja, transcurridas unas 3 horas de espera, sólo tenía claro que aunque las motivaciones de las 70 mil personas que van a repletar este 26 de febrero el estadio nacional sean muy discímiles, principalmente por la transversalidad del grupo (que era lo que se buscaba, invadir todas las esferas, llegar a todos los estratos sociales); que el amor que genera esta banda en sus seguidores, el deseo, el compromiso, el sentirse parte, tiene en algunas estrechas mentes, un alto precio, pero en nosotros no puede tener valor, aunque esos mezquinos afanes de lucro de algunos impidan ver el bosque o más bien la luz, sólo sé, mientras miro mi entrada, que siento el fuego más cerca y que después del 26 de febrero será más inolvidable que nunca.....

(Continuará)